RÍO DE JANEIRO.- Ante un millón y medio de jóvenes que lo ovacionaron como si fuera una estrella de rock, el Papa arremetió ayer contra las diversas cruces que Jesús carga a través de la gente. Además de condenar la violencia, el hambre, la droga y la corrupción de las instituciones, apuntó a la "incoherencia de los cristianos y de los ministros de la Iglesia".
Francisco reconoce que los fieles "pierden su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los ministros del Evangelio"
Cientos de miles de jóvenes escucharon al Santo Padre en el Vía Crucis que encabezó en la playa de Copacabana; llamó a recuperar la confianza en la IglesiaRIO DE JANEIRO.- El papa Francisco afirmó que comprende que los jóvenes pierdan la fe en la Iglesia debido a los malos sacerdotes, así como la confianza en las instituciones políticas a causa de la corrupción, en un discurso en la playa de Copacabana el Vía Crucis de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud , uno de los momentos más esperados de visita del Santo Padre a Brasil, frente a cientos de miles de fieles.
"Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio", dijo el papa al finalizar una representación del Via Crucis.
Francisco aludió así, sin mencionarlas, a las diversas polémicas que sacudieron a la Iglesia Católica en los últimos años. No sólo los abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes en varios países, sino también el escándalo de poder y de dinero por parte de miembros de la jerarquía eclesiástica.
"Jesús con su cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos", dijo Francisco, en un discurso fuerte, tras presidir un Vía Crucis teatral en Copacabana.
El espectáculo evocó el sufrimiento de Jesús a través de la performance de 280 artistas de diversos países, que llevaron la cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Video: El niño que abrazó al Papa y conmovió a todos "Con la cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga", dijo el Papa.
"Con la cruz, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día se permite el lujo de tirar toneladas de alimentos; se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel."
Decenas de miles de peregrinos y cientos de artistas participaron del Vía Crucis. Foto: Reuters
Y en la cruz "Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio", agregó. "¡Cuánto hacen sufrir a Jesús nuestras incoherencias!", clamó Francisco.
En una noche fresca, pero ya sin lluvia -ayer la noticia era que había vuelto a salir el sol después de días de diluvio-, el Papa también aseguró que "sólo en Cristo" se encuentra "salvación y redención". "Él nos da esperanza y vida: ha transformado la cruz de instrumento de odio, de derrota, de muerte, en signo de amor, de victoria y de vida", dijo.
Francisco habló así al cabo de otro días más que intenso, en el cual volvió a mostrarse radiante y disponible, decidido a parar el papamóvil y bajarse para besar bebes, consolar enfermos, y bendecir multitudes, todo el tiempo. La primera cita de la jornada fue la confesión de cinco jóvenes en el impactante "confesódromo" del parque Boa Vista (ver aparte).
Francisco preside el Vía Crucis que se realiza en Río de Janeiro en el marco del las JMJ 2013.
Se reunió luego en el arzobispado con ocho menores detenidos en cárceles de Río que llevaban la remera de la JMJ, "porque para el Papa ellos también forman parte del evento", según contó el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede. En un encuentro "muy emotivo", los jóvenes presos hablaron con libertad ante el Papa, que les bendijo objetos y les firmó autógrafos. "Nunca más violencia, sólo amor", les dijo Francisco.
Al mediodía, al pronunciar la oración mariana del Ángelus desde el balcón del palacio arzobispal, el Papa recordó que era el día de los santos Ana y Joaquín, padres de la Virgen María, y que por eso se festejaba a los abuelos. Al destacar su importancia en la vida de la familia, aseguró que "niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos: los niños porque llevarán adelante la historia; los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida". "Este diálogo entre las generaciones es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar", exhortó.
Francisco tuvo luego un almuerzo "inolvidable" con 12 jóvenes (ver pág. 4). Tras un descanso en la residencia de Sumaré, por segundo día consecutivo, el Papa tuvo una recepción de estrella de rock al llegar a Copacabana para el Vía Crucis. Para este espectáculo, pidió especialmente que estuvieran cerca de él, en el palco, un grupo de 35 cartoneros, que saludó al arribar. Muy concentrado rezando, siguió el moderno Vía Crucis, por una pantalla de televisión.
A la hora de su discurso, interrumpido varias veces por aplausos, recordó que el primer nombre de Brasil fue "Terra da Santa Cruz". "La cruz de Cristo fue plantada no sólo en la playa hace más de cinco siglos, sino también en la historia, en el corazón y en la vida del pueblo brasileño, y en muchos otros", dijo. Finalmente, llamó a los jóvenes a dejarse contagiar por el amor de la cruz de Jesús, que "enseña a mirar al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre". Con voz fuerte y rostro serio, Francisco concluyó con preguntas: "Jesús te está mirando ahora y te dice: «¿Me querés ayudar a llevar mi cruz?». ¿Qué le contestás?
Por Elisabetta Piqué | LA NACION
Agencias AFP, EFE y Reuters
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