Cerca de un millón de brasileños han salido de nuevo a las calles en todo Brasil para exigir mejores servicios públicos, entre otras reclamaciones, después de haber logrado la bajada del precio del transporte público, el motivo inicial de las protestas.
Convocados por las redes sociales, los manifestantes respondieron en masa a la llamada a gritar en el espacio público brasileño con movilizaciones muy numerosas en ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo, Recife y Brasilia. Fue un movimiento pacífico, sin apenas incidentes, que ocurrió en un clima festivo.
Una persona muere atropellada mientras participaba en las protestas en Brasil
Una persona ha muerto atropellada en la ciudad de Riberão Preto, en el estado de São Paulo, mientras participaba en una de las protestas que ocurrieron en casi 80 municipios del país para exigir mejores servicios públicos, entre otros motivos.
"Un individuo atropelló a un grupo de personas y un joven falleció", informó la policía militar de ese estado en su cuenta de Twitter.
El hecho ocurrió en la Avenida Fiusta, según esa fuente, que informó de que en ese grupo había tres personas, aunque no indicó el estado de las otras dos. Se trata de la primera muerte vinculada a la ola de protestas que se iniciaron la semana pasada en Sao Paulo por un alza del precio del transporte.
Enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Río
En Río de Janeiro se congregaron 300.000 personas, según cálculos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, con lo que se triplicó la convocatoria del pasado lunes.
Un pequeño grupo de manifestantes se ha enfrentado a la policía durante la multitudinaria protesta para exigir mejores servicios públicos en Brasil que congregó en el centro de la ciudad .
La policía utilizó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a un pequeño grupo de encapuchados que supuestamente intentó invadir la sede de la alcaldía de Río de Janeiro, según fuentes oficiales.
La reacción de la policía a los encapuchados que lanzaban piedras a la alcaldía y que prendieron fuego a recipientes de basura provocó carreras y la dispersión de los manifestantes que hasta ese momento marchaban pacíficamente.
Mientras que los manifestantes violentos permanecieron frente a la edificación pública, que siguieron atacando a pedradas, la mayoría marchó ordenadamente en sentido contrario y entonando el himno nacional.
Los que permanecieron frente al ayuntamiento, destino final de una marcha que había comenzado un par de horas antes en la céntrica iglesia de la Candelaria, utilizaron grandes tablones como escudo para protegerse de los gases lacrimógenos y de las balas de goma.
Los incidentes ocurrieron cuando el pequeño grupo lanzó una luz de bengala hacia la alcaldía e intentó ingresar a la edificación, lo que obligó a la policía a reforzar la presencia en los alrededores, incluso con agentes a caballo.
Protestas en las cercanías de los estadios de la Confederaciones
La protesta incluso se coló en el partido de fútbol entre España y Tahití, que tuvo lugar en el estado de Maracanã, donde se veían algunas pancartas en apoyo a los manifestantes.
"Queremos escuelas, hospitales patrón FIFA", decía una. "Nuestra lucha no acabó, júntese a nosotros, compañera", se leía en otra junto con la foto de la presidenta, Dilma Rousseff, de joven, cuando militó en un grupo de izquierda que luchaba contra la dictadura y fue torturada.
El Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, ha instado a su militancia a apoyar las protestas.
En Sao Paulo, los manifestantes se congregaron en la Avenida Paulista, donde hubo algunos momentos de tensión cuando los participantes hostigaron a personas con insignias del PT, puesto que el movimiento se ha mantenido apartidista.
En Salvador, la policía y un pequeño grupo de manifestantes se enfrentaron cerca del estadio donde se jugará el partido entre Uruguay y Nigeria como parte de la Copa de las Confederaciones.
Los agentes, desplegados con equipos antidisturbios para proteger el acceso al estadio,respondieron con decenas de bombas de gas lacrimógeno a una lluvia de piedras y objetos lanzada por un pequeño grupo violento.
"¡Sin violencia, sin violencia!", gritaban los manifestantes a la policía, al tiempo que la abucheaban. El enfrentamiento ocurrió a unos 3 kilómetros del estadio. Posteriormente al lugar llegaron unidades de policía montada para reforzar la seguridad.
Policía reprime a manifestantes que amenazaban invadir el Congreso de Brasil
En Brasilia una gran masa humana, estimada inicialmente en 25.000 personas, ocupó la plaza frente al Congreso, entre las cuales se veían algunas pancartas contra la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara, que aprobó esta semana un polémico proyecto de ley que autoriza a los psicólogos a ofrecer tratamientos para "curar" a los homosexuales.
La policía ha reprimido con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo de manifestantes que amenazaba con invadir la sede del Congreso Nacional, una de las cerca de 80 protestas registradas en Brasil para reclamar por mejores servicios públicos.
El conflicto se produjo cuando un pequeño grupo, de entre los 25.000 que participaban en una protesta en los jardines frente a la sede del Legislativo, consiguió atravesar un cerco policial y aproximarse a las piletas que decoran la entrada del Congreso.
Los manifestantes violentos lanzaron piedras y otros objetos contra la policía y le prendieron fuego a señales de tráfico y, a los gritos de "llegó la hora de ocupar", amenazaron con avanzar sobre el cerco policial que rodeaba el edificio público.
La policía consiguió dispersar a parte de los manifestantes con bombas de efecto moral, gases lacrimógenos y balas de goma pero muchos se mantuvieron en el local con la intención de repetir la ocupación del pasado lunes, cuando avanzaron sobre las rampas y el tejado del Legislativo.
En Belo Horizonte, los manifestantes sumaron unos 15.000, en torno al grito de "el pueblo despertó" contra la corrupción. La ola de manifestaciones se inició hace una semana por el alza del precio del transporte en Sao Paulo.
Pese a que ayer el Ayuntamiento revocó esa subida, del mismo modo que Río de Janeiro y decenas de otras ciudades, las movilizaciones se han mantenido para protestar contra la corrupción y los sistemas deficientes de salud y educación, además del alto gasto con la Copa de las Confederaciones de fútbol.
La represión violenta por parte de la policía de la manifestación del pasado jueves en Sao Paulo avivó el movimiento que según las autoridades, logró convocar a unas250.000 personas el pasado lunes en acciones en todo el país, la mayor movilización desde hace más de dos décadas.
Fuente: RTVE-EFE
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