
Mi más sincero pésame a la familia de Isaías Carrasco.
De nuevo unas elecciones sangrientas, otra familia destrozada, otro cadáver para un nuevo peldaño en su asquerosa “lucha por la libertad de pueblo Vasco”.
Mi reflexión es que votemos todos con rabia contenida para demostrar a estos energúmenos como se hace la democracia.
Cada víctima está regando con su sangre la verdadera LIBERTAD, la que elegimos los demócratas en las urnas.
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