
Ayer Mar cumplió un año, el tiempo pasa sin enterarte. Sopló muy bien la velita de la tarta y se puso contentísima de sus regalitos. Lo que más la gustó fue una granja con una vaca que hace muuu.. de verdad. También celebramos que su padre ha aprobado el examen con un notable y pronto estará trabajando. Ya subiré las fotos porque mi cámara no ha superado la era digital y aún las llevo a revelar. Pero es que las reflex analógicas, a pesar de tener los días contados, siguen dando mucho juego.
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