Uno de los momentos que más me atrae de Madrid, es el atardecer. Desde cualquier punto de la ciudad si miras hacia el oeste, disfrutas de un panorama único. El otoño es aún más atractivo y si podemos gozar de un tiempo como el de este “puente” mejor. Aunque no sea “ciudad olímpica”, Madrid es una de las mejores ciudades del mundo. Ni muy grande, ni pequeña, es una ciudad para pasear, visitar museos ir a espectáculos y también para rezar en los momentos mágicos de sus atardeceres. Sentarte de tertulia en alguna terracita o disfrutar de un buen cine. Paseo con mi perro todos los días, con mi cámara al cuello y no me canso de mirar esta ciudad, que me encandila. Me siento como en casa, dicen algunos inmigrantes, que tienen en Madrid su segundo hogar. Esto es lo que me pasa a mí que nacido en Madrid me siento en casa y no me canso de descubrir sitios nuevos.