Hoy viene a tomar una paella un querido amigo. Tomás es el mayor de una saga granadina. Es mitad gentleman y mitad señorito andaluz, pero con un corazón que no le cabe en el cuerpo. Es de esos amigos con los que siempre puedes contar para lo bueno y para lo malo. Es un cristiano profundo pero respetuoso con otras creencias. Su conversación reconforta el alma y sus consejos siempre animan. Es despistado y sobre todo le aterran los mensajitos de peligro de Windows, aunque como luchador que es, sigue adelante en su particular pelea con el ordenador. No sé por qué pero cuando lo veo siempre me viene a la memoria la famosa jaculatoria “Sagrado corazón de Jesús en Vos confío”.
Villafeliche, fue un centro importantísimo de fabricación de cerámica a partir del SXVII, muchos de los alfareros se intercambiaban con Muel con lo que la producción en cuanto a ornamentación es muy similar. En la segunda parte volveremos sobre sus especiales características. ALFAR DE VILLAFELICHE Plato Vilafeliche. Siglo XVIII Aragón ha tenido una gran tradición alfarera, en la actualidad apenas queda nada de su antigua proliferación alfarera. Fueron centros alfareros aragoneses: Abiego, Abizanda, Alagón, Albelda, Alcampel, Alcañiz, Alcorisa, Alfamén, Alhama de Aragón, La Almolda, Almonacid de la Sierra, Alpartir de la Sierra, Aso Veral, Ateca, Ayerbe, Bandaliés, Barbastro, Bárboles, Beceite; quizás Belchite; Belmonte de Calatayud, Benabarre, Biescas, Borja, Bronchales, Cabra de Mora, Cadrete, Calamocha, Calanda, Calatayud, Calcena, Cantavieja, Codos, Crivillén, Cuatro-Corz, Chodes, Daroca, Ejea de los Caballeros, Encinacorba, Foz, Fraga, Fuentes de Ebro, Fuentes de Jiloca,
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